Convencido que la academia no es el único espacio para la formación (sin que ello signifique un desconocimiento por lo que aporta), me di a la tarea -junto con dos actores más- de crear un proyecto audiovisual web. El resultado: Interactive Truth.

El proyecto se empezó a gestar con una tasa de café capuchino y un de jugo de mango. David Santamaría, un compañero de escuela, era claro en su idea: "Tenemos que hacer algo por fuera de la academia,... algo que nos obligue a estar pensando como actores".

Le compartí mi intención de crear algunos microcontenidos, a través de redes sociales, que me permitieran practicar y explorar técnicas de actuación, y -a la vez- exponerme a la audiencia.

Personalmente, considero que compartir públicamente el proceso de formación nos permite obtener una amplia retroalimentación por parte de una audiencia real y -en un ejercicio honesto y humilde- obtener aprendizajes que (quizá) se escapan en la academia.

Fue entonces cuando David me comentó sobre la idea que tenía con Stiven Saldarriaga: crear una productora de contenidos audiovisuales, donde ellos pudieran aplicar sus aprendizajes y conocimientos en actuación y producción.

La mesa estaba servida. El siguiente paso fue reunirnos los tres.

¿Qué es Interactive Truth?

La primera reunión tuvo un objetivo concreto: poner en común las ideas y planear cómo llevar a feliz término el inicio del proyecto.

Después de varias ideas en papel y algunas ideas (explosivas) verbales, logramos dar con la orientación que daba respuesta a las expectativas de cada uno.

El proyecto estaba tomando forma. La idea era crear un colectivo de actores de la ciudad, donde pudiéramos crear historias; darles vida, a través de la actuación, y aplicar los conocimientos (pero sobre todo aprender) en producción y posproducción de recursos audiovisuales.

Sin embargo faltaba algo más. Lo diferenciador. Lo que nos permitiera destacarnos de entre todas las propuestas que hoy pululan en el mundo.

La interactividad como diferenciador

Seguimos con la "lluvia de ideas". Analizando producciones en YouTube y Vimeo. Y compartiendo experiencias personales logradas en otros colectivos, escuelas y empresas de medios.

Al final llegó el adjetivo que calificaría nuestro trabajo: la interacción, entendida esta como la posibilidad que tiene un usuario para afectar el ritmo y orientación del discurso en el que participa.

En palabras más sencillas, queríamos que nuestras historias no tuvieran un único principio, desarrollo y fin. Nuestro esfuerzo se orientaría a crear historias audiovisuales hipertextuales. ¡Oh, gran reto!

Así pues nació Interactive Truth.

En este momento David está concentrado en el guión de la primera historia. La grabación inicia en unos días y esperamos tener un buen resultado.

Quizá al principio no atinemos con la propuesta, pero hace parte del proceso. Por lo menos, ya nos estamos arriesgando a salir de la comodidad que ofrece una academia. Es un gran paso.

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"Interactive Truth, una propuesta narrativa y actoral" por Juan Carlos Morales Saldarriaga se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional. Basada en una obra en https://actorenformacion.blogspot.com.